REGIMIENTO DE GRANADEROS A CABALLO

El 9 de Marzo de 1812 fondeó en Buenos Aires la fragata Jorge Canning, procedente de Londres, trayendo a su bordo al Teniente Coronel don José de San Martín.
El Triunvirato le encarga a San Martín la creación de un regimiento de granaderos a caballo.
El Libertador crearía el arma basándose en los poderosos granaderos del ejército Francés comandado por Napoleón además de dotarlos de un estilo propio y adecuado a las exigencias de la época. El Regimiento estaba dividido en dos compañías integradas por oficiales y soldados de todo el país.
El reclutamiento era minucioso, a todos se les exigía una elevada talla y mucha maestría como jinetes. El Regimiento sería disciplinado y sometido a un alto entrenamiento que tendría como resultado a hombres responsables, apasionados por la Patria y el deber, capaces de acometer los mayores esfuerzos en pos de la libertad americana.
El bautismo de fuego lo tuvieron en el combate de San Lorenzo y más tarde en la gloriosa epopeya de libertar Chile y Perú.
Exigente al extremo consigo mismo el Jefe del Regimiento de Granaderos estableció un código de honor al cual debían ajustar su conducta todos los oficiales.
Se reputaban delitos:

1º Por cobardía en acción de guerra, en la que aún agachar la cabeza será reputado tal.

2º Por no admitir un desafío, sea justo o injusto.

3º Por no exigir satisfacción cuando se halle insultado.

4º Por no defender a todo trance el honor del cuerpo cuando lo ultrajen a su presencia o sepa ha sido ultrajado en otra parte.

5º Por trampas infames como de artesanos.

6º Por falta de integridad en el manejo de intereses, como no pagar a la tropa el dinero que se haya suministrado para ella.

7º Por hablar mal de otro compañero con personas u oficiales de otros cuerpos.

8º Por publicar las disposiciones internas de la oficialidad en sus juntas secretas.

9º Por familiarizarse en grado vergonzoso con los sargentos, cabos y soldados.

10º Por poner la mano a cualquier mujer aunque haya sido insultado por ella.

11º Por no socorrer en acción de guerra a un compañero suyo que se halle en peligro, pudiendo verificarlo.

12º Por presentarse en público con mujeres conocidamente prostituidas.

13º Por concurrir a casas de juego que no sean pertenecientes a la clase de oficiales, es decir, jugar con personas bajas e indecentes.

14º Por hacer un uso inmoderado de la bebida en términos de hacerse notable con perjuicio del honor del cuerpo.

En enero de 1826 se cierra el ciclo glorioso y regresan a Buenos Aires los restos del Cuerpo después de 11 años de lucha, al mando del Coronel Bogado, quien fue el último Jefe del Regimiento de la primera época. Sus armas, se depositaron en el cuartel del Retiro de donde un día las habían tomado para iniciar la gesta, se guardaron en una sencilla caja de madera en la que se colocó en bronce, esta simple pero elocuente inscripción: "Armas de los Libertadores de Chile, Perú y Colombia". El Regimiento "que nunca fue rechazado y cubrió de laureles a la Patria, había hecho honor a las palabras de su glorioso Jefe "de lo que mis Granaderos son capaces sólo yo sé; quien los iguale habrá, quien los exceda no".
En 1903 se firma el decreto de recreación del Regimiento y en el año 1907 durante la Presidencia del Doctor Figueroa Alcorta se le confirió la función de ser escolta presidencial.
Por decreto del Poder Ejecutivo Nacional de fecha 24 de octubre de 1997 es declarado Monumento Histórico Nacional a las instalaciones del cuartel de Palermo del Regimiento de Granaderos a Caballo "General San Martín".

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